“Las lesiones más comunes que sufren los escaladores deportivos no son consecuencia de caídas o accidentes sino más bien problemas musculares y tendinosos (en los dedos, hombros y codos) provocados por exceso de entrenamiento o por sobre-esfuerzos, a menudo sin haber calentado adecuadamente. (…)
A medida que nos vamos poniendo en forma, la fuerza muscular aumenta de modo rápido y significativo. Sin embargo, los tejidos conectivos necesitan doble cantidad de tiempo para ganar una cantidad proporcional de fuerza, y si no tienes cuidado, tu recién adquirida fuerza muscular puede llegar a romper los tendones, que todavía están en fase de desarrollo. (…)
CÓMO PREVENIR LAS LESIONES
– No te excedas. No fuerces tus límites.
– Descansa. Si terminas exhausto después de una sesión de gimnasio o escalada, no escales al día siguiente. Un músculo obligado a trabajar hasta el punto de fallo o hasta el agotamiento total necesita 48 horas para recuperarse.
– Busca el equilibrio. Trabaja tus puntos débiles, y procura combinar el entrenamiento específico de fuerza, por ejemplo, con una rutina equilibrada que incluya otro tipo de ejercicios como la flexibilidad o la resistencia así como algunas dosis de otros deportes.
– Vendaje preventivo. Refuerza tus dedos vendándote con tiras de esparadrapo a ambos lados de las articulaciones (especialmente importante para el boulder y el entrenamiento de fuerza). Cuando hayas terminado, quítate el esparadrapo para restituir un adecuado riego sanguíneo.
– Abandona a tiempo. (…) Abandona lo que hagas si sientes un dolor súbito. Usa el sentido común.
– Evita los movimientos extremos. Las lesiones suelen producirse durante los pasos muy largos, los movimientos dinámicos, los bloqueos, etcétera. Esfuérzate por encontrar siempre la solución menos exigente para cada movimiento o secuencia.
– Escalar no debe doler. Si sientes dolor al realizar cualquier movimiento, no lo hagas.
– Calidad de agarres. Algunas presas tienen bordes cortantes u obligan a los dedos a arquearse de modo no natural. Evítalos si puedes.
– Escucha las señales de aviso. Una tregua de un día o dos para curar una pequeña distensión puede evitar una lesión grave o crónica.
– Calienta siempre y a conciencia.”
*Texto extraído del manual ‘Chapa y Sigue, todo sobre escalada deportiva.’ John Long, Duane Raleigh, 1994. Ediciones Desnivel.